Elisabeth Noelle-Neumann
y la espiral del silencio
La reconocida politóloga y teórica alemana vivió obsesionada con la polarización y la asimilación. Ella misma fue un ejemplo de la piel social que nos permite medir el clima de la opinión pública para adaptarnos a esta. ¿Es negativa esa habilidad de adecuarnos a lo que piensan los demás? O, como dice el adagio popular, ¿es peor estar solo que equivocado?
POR Andrés Cárdenas Matute

ACERCA DEL AUTOR

Ha colaborado con diversos periódicos y revistas en español. Actualmente vive en Italia, en donde realiza estudios de doctorado sobre filosofía del cine. Tiene un blog en el diario El Comercio.